dejé los bares a punto de quebrar.
Ya no quería beber más cointreau,
que a mí el cointreau siempre me ha sentado mal.
Aún recuerdo al chico de color,
me dio su nombre en el bar Soledad,
Aliou Makembe me descubrió el ron,
me trajo luz desde Senegal.
Como estoy tieso,
me he metido en un marrón
de por vida...
Condenado a vivir
en mi caravana muy lejos de aquí.
Solo,
y encima solo.
Hielo, ron y jarras,
esa es mi compaña.
Solo,
como estoy solo,
pienso en tus caderas
y en tus dulces peras.
Aunque en mi hucha
encuentro siempre un pastón,
y al ser tan viejo,
me lo gasto en beber
los litros de alcohol que cantó Ramoncín.
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